Blog del ciudadano Javier Sánchez

"Lo mejor del mundo es la cantidad de mundos que contiene", E. Galeano

Archive for agosto 2013

Las enseñanzas del caso islandés

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“Lo que no aparece en los medios, no sucede. Esa es la máxima que se ha debido de aplicar con el extrañísimo caso de Islandia. Sí, Islandia. Islandia debería ser noticia, portada de informativos. ¿Por qué? Pues porque en Islandia, la población ha tomado las calles, cacerola en mano, para mostrar su radical oposición a su gobierno. Y la movilización ciudadana no solo ha provocado dos crisis de gobierno, sino que ha forzado un proceso constituyente, la redacción de una nueva Constitución que evite que se repitan situaciones como las que se han producido a lo largo de esta crisis global”.

Juan Manuel Aragüés, El Periódico de Aragón. 26 de Febrero de 2011

Muchos chilenos no saben donde queda Islandia, cuántos habitantes o qué régimen político tienen. Sin embargo el proceso vivido en esa república parlamentaria de poco más de 300 mil habitantes, sin ejército, independiente desde 1918, miembro de la OCDE, con un ingreso per cápita de 38 mil dólares y en el lugar 13 del índice de desarrollo humano, sobre Dinamarca y Finlandia, debiera resultarnos interesante.

El 2008 su sistema financiero se derrumbó, luego de que el gobierno impulsara una política de “vivienda propia”, que los bancos apoyaron con créditos de fácil acceso. Su moneda se devaluó en un 50% y la inflación se disparó. El endeudamiento bancario superaba diez veces el PIB y más de un tercio de la población estaba sobreendeudada.

En un referéndum los islandeses rechazaron rescatar la banca privada y juzgaron a directores de bancos por sus delitos financieros. Tres bancos fueron nacionalizados para evitar su quiebra, quedando bajo control público.

El país entró en bancarrota y recibió un préstamo del FMI por 2.100 millones de dólares, a cambio de “medidas de ajuste», que provocaron la ira de la población. Y pese a las amenazas de convertir a la isla en “la Cuba del Norte de Europa”, la población indignada respondió que si aceptaban se convertirían “en el Haití del Norte de Europa”.

Las movilizaciones rompieron con la política de “lo posible”. El 2009 rechazaron el plan de ajuste del FMI, hicieron renunciar al gobierno y forzaron elecciones anticipadas. El bloque de izquierda liderado por la Socialdemocracia, se proclamó vencedor en las elecciones legislativas que se celebraron en enero de 2009, en las que participó el 85,1% de los islandeses, pese a que en ese país el voto es voluntario.

El nuevo gobierno quiso imponer una reestructuración de la deuda, que implicaba a cada familia pagar 100 euros por mes durante 15 años. El 2010 la población rechazó esta ley, el Presidente no la promulgó y convocó a referéndum. El 93% votó por no pagar la deuda. El 2011 ello fue ratificado en otra consulta por el 60% de los votos.

Otra exigencia ciudadana fue tener una nueva Constitución, que no fuera elaborada por el Parlamento, sino por ciudadanos sin filiación política, elegidos de entre un universo de 522 personas propuestas por la misma población, para que una vez terminado el texto de la nueva Carta Magna fuera sometido al Parlamento para su aprobación.

Pese a ello, en las elecciones de este año triunfó la centro derecha. La alianza Socialdemócrata-Verde que gobernaba el país perdió más de la mitad del apoyo que había obtenido cuatro años antes. ¿Cómo se explica esto? Medios conservadores dijeron que esto había ocurrido por la falta de realismo y experiencia de gobierno de la izquierda.

Para el analista español Vincenc Navarro, lo sucedido es “indicador del desfase entre movimientos sociales y partidos políticos con representación parlamentaria, incluyendo los de izquierda, que intentaron canalizar tales movimientos. Esta distancia se explica porque, una vez elegido, el gobierno de izquierda, aunque sensible a las demandas ciudadanas, siguió políticas distintas, e incluso opuestas, a las que las movilizaciones exigían”.

Que se aceptaran las políticas de austeridad del FMI generó frustración y desencanto en la gente. Fue este “giro a la derecha” y la exigencia de cambios más profundos a los que estaba realizando la izquierda, muy moderada y de escasa vocación transformadora, temerosa de enfrentarse con la estructura de poder del país (banqueros, magnates de flotas pesqueras y grandes empresas), lo que originó su derrota.

La lección es que no basta con prometer un “futuro esplendor” si no está claro que se vaya (o quiera) a alcanzar o cumplir. Lo sucedido en Islandia nos muestra lo que puede pasar cuando el pueblo decide recuperar su soberanía.

Written by ciudadanojaviersanchez

agosto 18, 2013 at 17:05

El mar como insumo del “desarrollo” minero

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No conformes con los efectos que ya han provocado las termoeléctricas que se ubican en las zonas costeras sobre el medio ambiente marítimo, al utilizar el agua de mar como enfriador de sus condensadores, el actual gobierno se encuentra tramitando con suma urgencia un proyecto que busca traspasar desde la Subsecretaría de las Fuerzas Armadas al Ministerio de Bienes Nacionales la administración del borde costero y las concesiones marítimas, lo que preocupa a comunidades, pueblos originarios y pescadores artesanales.

Pero como si eso ya no fuera bastante hay otros procesos en silenciosa marcha que miran al mar como uno de sus principales “insumos”. Así se sabe que la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos de la ONU, órgano creado para administrar recursos mineros en áreas internacionales, ha otorgado a consorcios mineros provenientes de países como India, Francia, Japón, Rusia, China, Corea y Alemania, ocho permisos de exploración por quince años en zonas catalogadas como «de especial interés ambiental», para que se extraigan un tipo de estructuras ricas en varios metales, llamadas nódulos de manganeso. Eso, pese a que las expediciones realizadas a esos hábitats desde hace poco más de un siglo, han muestreado zonas que equivalen apenas a la superficie de unas cuantas canchas de fútbol.

Por su parte el estudio «El hombre y el último gran desierto: Impacto humano en las profundidades del mar» (2011), menciona por lo menos tres posibles impactos de la minería en los ecosistemas profundos: la destrucción física del entorno; los efectos de la «agitación» del suelo marino al momento de la extraer metales; y la contaminación de las aguas con desechos mineros. Y es justamente este último punto el que presenta el mayor potencial de riesgo para nuestro país. Así queda claro al leer el reportaje “Relaves submarinos. La opción que barajan las mineras”, que señala como Codelco y Antofagasta Minerals han contratado estudios al respecto y como CAP Minería ya deposita sus relaves de hierro en la costa de Huasco.

No deja de sorprender que en mismo reportaje se cite al académico del departamento de Biología Marina de la Universidad Católica del Norte, Wolfgang Stotz quien dice: “el depósito de un relave, en cualquier parte, significa el sacrificio de un área. Lo que hay que procurar es que el área de sacrificio sea lo más acotada posible, y eso se logra descargando a una buena profundidad.”. O sea, algo así como Tocopilla, Coronel o Puchuncaví, pero debajo del agua.

Paralelamente se anuncia que para el 2002 la minería alcanzará una inversión de 10 mil millones de dólares en 16 nuevas plantas desalinizadoras. De hecho Minera Esperanza ya utiliza en un 30% de sus procesos agua de mar, Codelco comenzará a usarla en Radomiro Tomic en su proyecto de sulfuros y Minera Escondida ha anunciado la construcción de la planta de este tipo más grande del país.

Al parecer la apuesta por convertir a la minería en el eje de la economía nacional, que las empresas extranjeras agradecen por el bajo royalty, no solo se hará a costa de las comunidades costeras, los pueblos originarios, el agua dulce que queda y los glaciares, sino también de un mar que cada día nos pertenece menos.

Written by ciudadanojaviersanchez

agosto 16, 2013 at 16:19

Más Educación Física menos Simce

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Así como hay gente que cree que los problemas se resuelven con leyes, hay otros que creen que se resuelven con ministerios. Por eso, los últimos días se instaló una polémica a raíz del empeño del gobierno por aprobar a la fuerza un deficiente proyecto que crea el Ministerio del Deporte, que de todas formas se aprobará.

Para presionar este objetivo que necesitan esté incluido en la propaganda de Matthei, para decir que este gobierno sí materializó esta cartera que el anterior enunció pero que no concretó, el Ejecutivo llenó las tribunas del Congreso con deportistas de alto rendimiento, usando como “escudo humano” al tenista Fernando González.

Todo lo anterior muestra dos cosas: una que al gobierno a estas alturas de su despedida ya no le interesa si el proyecto es bueno o malo, sino que se apruebe; y dos, que lamentablemente muchos de los deportistas que de buena fe “le prestaron ropa” al gobierno nunca leyeron el texto de la propuesta que, al igual que otras similares, dejaba en la indefensión a los actuales trabajadores del Instituto Nacional de Deportes.

Este acotado debate sobre esta materia muestra lo perdido que andamos para variar. Porque a juzgar por lo que se ve y se dice la importancia de tener este ministerio es que ello ayudaría a que existan más deportistas de alto rendimiento. Nada más lejos de la realidad. Lo que el país necesita es justamente una mirada sobre la actividad física que vaya en la dirección contraria al de la fórmula deportista destacado = deportista profesional = millonario = farándula, particularmente asociado a futbolistas y tenistas.

Poco se escucha hablar de la clásica triada educación física, deporte y recreación que está en la base de la pedagogía del movimiento que proféticamente promovían anónimos héroes como el Dr. Luis Bisquertt quien promovía la “educación física para todos” o una “educación física social”, donde el sistema educativo y estatal en general apostaran por la actividad física como factor de salud y de perfeccionamiento de cada persona de acuerdo a sus capacidades.

Lamentablemente siempre se ha optado por lo que el propio Bisquertt denominaba la “sociedad de las nalgas”, donde la gran mayoría es solo espectadora de los que unos pocos “buenos para el deporte” hacen. Ahí están los medios de comunicación para glorificar las figuras del deporte nacional que en muchos casos han llegado a la cima gracias al esfuerzo o apoyo económico familiar más que a cualquier otra cosa.

Como si fuera poco el actual gobierno creó el Simce de Educación Física que bajo su lógica estandarizadora compara -como si se pudiera- a los escolares, sin considerar que muchos de ellos solo se alimentan con el almuerzo Junaeb y que hasta hoy, los profesores de educación física solo hacen clases en enseñanza media, quedando los más pequeños condenados a que les tiren una pelota o los pongan a girar alrededor del colegio.

La obesidad no bajará con más horas de clases, estadios o medallas, sino con una educación física de verdad para todos.

Written by ciudadanojaviersanchez

agosto 16, 2013 at 16:16

¿Ministerio de Recursos Naturales?

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Aunque todavía no se conoce el anunciado proyecto que busca crear un Ministerio de Agricultura, Alimentos, Pesca y Recursos Forestales, el ministro Luis Mayol, ha enfatizado que se trata de una “enorme oportunidad que nuestro país tiene hoy en día para convertirse en un importante proveedor mundial de alimentos seguros e inocuos«[1].

Es llamativo que esta propuesta se dejara para el final de la actual administración, quizá esperando la aprobación de la Ley de Pesca o la extensión del DL 701, considerando que el gobierno anterior había elaborado un anteproyecto proponiendo crear el Ministerio de Agricultura, Pesca y los Alimentos y que el 2009 se había publicado un libro[2], que permitía apreciar una atención concentrada en el “sistema alimentario”.

En este último texto se habla de alimentos y no de alimentación, centrando la discusión en una producción “más competitiva” que permita a Chile ser una “potencia agroalimentaria”. Uno hubiera esperado mayor preocupación por la alimentación pero, claro, el mercado y el comercio no se detienen a reflexionar sobre las posibilidades de acceso a ese consumo vital.

El citado texto incluye un capítulo[3] de institucionalidad comparada, en que se recogen casos como el de Irlanda, donde el Departamento de Agricultura, Pesca y Alimentos tiene entre sus objetivos “entregar alimentos de calidad, seguros y nutritivos, a consumidores bien informados, y producidos de manera sostenible, entendiendo éste como el camino óptimo para el futuro del sector alimenticio irlandés”.

El mismo texto cita luego el “Strategic Plan 2005-2010” del Departamento de Agricultura de EEUU, que define sus metas y objetivos: aumentar las oportunidades económicas de los productores agrícolas; mejorar la competitividad y sustentabilidad de la economía rural; apoyar las oportunidades económicas y mejorar la calidad de vida en los sectores rurales; aumentar la protección y la seguridad agroalimentaria; mejorar la nutrición y seguridad del país; y potenciar y proteger los recursos naturales y el medioambiente.

Otro ejemplo es Nueva Zelandia donde existe el Ministerio de Agricultura y Silvicultura, cuya misión es “ampliar las ventajas naturales” de ese país. Según esa cartera, eso se logra “a través del fortalecimiento del desempeño sectorial, el desarrollo de un comercio más libre y seguro, el resguardo de la salud neozelandesa y la protección de los recursos naturales para el beneficio de las generaciones futuras”.

De estos ejemplos, es rescatable la relevancia que se le asigna a la protección de los recursos naturales siempre en una perspectiva de sustentabilidad, es decir, de no dejar sin posibilidad de acceso a ellos a las futuras generaciones; la necesaria “construcción” de conocimiento; la importancia del consumo interno (y no solo la exportación) de los alimentos producidos y la consiguiente mejora nutricional; la protección de la biodiversidad y el medioambiente; y la información y protección de los consumidores.

Tal como lo indica ese estudio, el manejo y protección de recursos naturales renovables y no renovables es uno de los ámbitos “que tiene un mayor nivel de prioridad dentro de los casos estudiados”.

Es claro el enfoque agrocéntrico sobre la posibilidad de crear este nuevo ministerio. Por eso preocupa el desarrollo de otros sectores, como el de la pesca artesanal. Al parecer para el actual gobierno todo quedó zanjado con la “Ley Longueira”, los comités científicos por formarse y el Instituto de Desarrollo de la Pesca Artesanal, en trámite legislativo. ¿Cómo se inserta esta actividad económica, social y cultural en el eventual nuevo ministerio? ¿Solo como un alimento más que busca mercado para ser exportado, indiferente a que el consumo de productos del mar per capita no haya variado en 40 años?. En la discusión de la ley reflotó la idea de crear un Ministerio de Pesca o reciclar la propuesta del Presidente Allende de tener un Ministerio del Mar. Muchos temen, con razón, que pesca sería el pariente más pobre de esta cartera.

Pero al parecer no será el único, porque de lo poco que se conoce de la propuesta gubernamental, la protección de los recursos naturales brillará por su ausencia. Un ejemplo es el tema hídrico: ¿Si agricultura y la actividad forestal son dos de las mayores actividades consumidoras de agua, por qué no forma parte de esta propuesta?  ¿No sería coherente incluir en esta nueva cartera a la Dirección General de Aguas, sacándola de un MOP casi exclusivamente preocupado de las obras de infraestructura y conectividad? ¿No sería mejor ampliar la mirada economicista que busca imponerse y conformar una cartera que se haga cargo de una mirada sustentable de nuestras riquezas creando, por ejemplo, un Ministerio de Recursos Naturales?

Este es un debate que nos enfrenta al tipo de país que queremos legarle a nuestros hijos, optando por el camino inmediatista del extractivismo comercial, que incluye el cultivo secreto y la contaminación que producen las semillas transgénicas o el uso abusivo de pesticidas en los cultivos o de antibióticos en la salmonicultura; o por dar un giro que nos permita ejercer una soberanía alimentaria, para desde allí constituirnos en una potencia, pero una que protege su biodiversidad, que sea sustentable y que, sobre todo, asegura el acceso a una alimentación sana para sus habitantes.


[1] http://economia.terra.com.co/noticias/noticia.aspx?idNoticia=201307111736_UPI_82345024

[2] Ministerio de Agricultura, Pesca y los Alimentos: Marco Conceptual y Propuestas. El Caso de Chile / IICA, Ministerio de Agricultura – Santiago: IICA, 2009. En http://www.iica.int/Esp/regiones/sur/chile/Documents/Libro_web.pdf

[3] Ministerios de Agricultura y Alimentación: La experiencia internacional, Alvear, N., Leporati, M. En IICA, Ministerio de Agricultura – Santiago: IICA, 2009.

Written by ciudadanojaviersanchez

agosto 16, 2013 at 16:12